Los lodos que han sido sometidos a un tratamiento de higienización y que a su vez pueden ser reciclados se denominan “biosólidos”.

Una tonelada de biosólidos puede contener alrededor de 50 kg de N, 15 kg de P y 6 kg de K, pero sin duda el mayor beneficio que conlleva la aplicación de biosólidos en el suelo es su aporte en materia orgánica convirtiéndola en una excelente mejora física nutricional y un efectivo recuperador de suelos degradados, aumentando la capacidad de retención de agua, mejorando la estructura y porosidad de suelo, aumentando la actividad y diversidad biológica e incrementando la disponibilidad y reserva de nutrientes ya que debido a su naturaleza orgánica los nutrientes son liberados lentamente al suelo.

 

SFCHILLAN, en conjunto con nuestra mandante Biodiversa, utiliza estos biosólidos para mejorar los terrenos donde ya existen plantaciones establecidas o donde se establecerán plantaciones forestales y también en suelos agrícolas. De esta forma, no sólo reciclamos un desecho orgánico, sino que además estamos siendo proactivos con uno de los valores que inspiran nuestro trabajo: la sustentabilidad.

 

Otra característica de nuestro manejo de biosólidos es que hemos desarrollado la maquinaria apropiada para la incorporación del lodo al suelo en la medida justa y con la viscosidad que se requiere.

 

 

Manejo Biosólidos

El lodo es un subproducto del proceso de tratamiento de las aguas servidas y está constituido principalmente por biomasa producida durante los procesos biológicos de descontaminación de las aguas. Los lodos poseen altos niveles de materia orgánica cercanos al 65%, un contenido importante de macro y micronutrientes con una humedad cercana al 80%.

 

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